dissabte, 8 de febrer del 2014

La flor en salva sea la parte...

La Salle Bonanova  1  -  3  Collblanc


Continuamos con la visita de los primeros clasificados de nuestro grupo. De la "otra liga".

Concretamente, de los segundos clasificados, a unos 3 puntos de nuestro anteriores invitados. Nunca tan pocos puntos marcaron tanta diferencia en el juego, al menos sobre nuestro patatal. A pesar de haber acabado con el mismo resultado que hace siete días.

Todo sea dicho, hoy no teníamos a un portero-portero como la semana pasada. Miquel Verdaguer es un voluntariosísimo jugador, valioso en cualquier posición, que ataca la pelota sin miedo y con decisión, y si hay un contrario enmedio... que se aparte. Sin embargo no se entrena habitualmente como portero y hoy le hemos colocado los guantes, no le hemos dado ni unas rodilleras ni unos pantalones de portero y le hemos encomendado que nos salvase de todo mal... Bastante bien ha cumplido el chiquillo.

El resto de la alineación en el primer tiempo: Carlos Cerezo, Sergi Ubach, Jordi Carbajo, Xavi Batlle, Jordi Balsells, Víctor, Àlex Trias, Livio, Àlex Español y Àlex Bertolín.

Buen comienzo del partido, con Berto que se quedaba solo delante del portero, pero no era capaz de transformar. La defensa visitante, sin duda, comenzaba a ganarse los galones. Aún así, el Collblanc no parecía el segundo clasificado. Casi más parecía más de "nuestra liga". Esta situación se repetiría a lo largo del primer tiempo, pero sin conseguir transformar.

El míster había adelantado las líneas, para hacer un partido sin demasiados complejos, sin embargo las internadas de los delanteros no conseguían romper la sólida defensa de cuello blanco (y camiseta fosforito...).

El Collblanc combinaba bien, pero de manera poco sutil, con abundancia de patadones. En el medio de todo, un inmenso número 6 centralizaba el juego. En esta fase del partido, la pelota pasaba mucho tiempo en el centro del campo, entretenida en lances que no se revelaban productivos para nadie.

La flor del título se materializó en dos de los tres goles conseguidos por el Collblanc (todos en la primera parte). El primero, tras una salida de Miquel que quizá sobreestimó su responsabilidad sobre el área, quedando demasiado desprotegida la portería. Todo sea dicho, en medio de varias intervenciones afortunadísimas. El mejor escribano echa un borrón.

El partido continuaba jugándose en el cento del campo y con escapadas de nuestros delanteros que eran neutralizados por la defensa visitante.

En éstas, chutada de potentísima volea desde una esquina de nuestro área de penalty, se volvía a materializar la citada flor y nos caía el 0-2 pegado a la esquina. No había sido un fallo de defensa, sino un chute extremadamente afortunado. Ya he utilizado dos veces "afortunado": intentaré no repetirme más.

Hablaré ahora de "desafortunados". El árbitro no parecía estar haciéndolo mal, no permitiendo el juego duro, al menos durante los primeror minutos. Sin embargo, tanto rigor, se tornó excesivo pitándonos un severísimo penalty por una mano involuntaria de Espa, que se llevó de propina la primera amarilla de la tarde. Y, claro, el penalty entró haciéndonos el 0-3.

Y el caso es que seguíamos atacando sin demasiado recato, pero quizá faltaba masa crítica de delanteros para conseguir estrenar el marcador.

El descanso llegó tras el 0-3.

En la segunda parte salían Alejandro, Pablo, Pol Verdaguer y Guille.

Había que mantener la tensión defensiva, pero apretando también por delante para intentar darle la vuelta. Y el caso es que las ocasiones, que solían pasar por las botas de Berto, seguían llegando, pero una efectiva y cada vez menos sutil defensa conseguía desbaratarlas.

Livio volvía al campo, pasando a incrementar los efectivos del ataque.

El árbitro pareció decidir en la segunda parte que estaba pasando demasiado desapercibido (a pesar del penalty) y comenzó un absurdo reguero de tarjetas amarillas que culminaría con la expulsión del míster por protestar un inexistente fuera de juego. A veces penalizaba el juego duro; a veces parecía premiarlo.

Seguíamos llegando al área visitante: varias jugadas combinadas entre Pablo, Espa, Alejandro y Berto conseguían inquietar a la defensa visitante, pero no lo suficiente.

Eso sí, finalmente, Espa recibía un pase de Berto en buenas condiciones y le hacía una preciosa vaselina al portero. Lo estábamos necesitando. 1-3.

Nuevos cambios: Trias volvía al campo.

Sin embargo, más allá de algunas patadas feas de los fosforitos y de la ya mencionada expulsión del míster, el partido no dio para mucho más.

Un resultado poco representativo del juego visto, pero parece que el Collblanc goza de esa flor que le permite sacar petróleo de nuestro patatal. ¿Será esa flor la razón de su excelente puesto en la clasificación?

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